Cada día...

Cada día que pasa cuanto quisiera yo que sea de alguna manera diferente, pero lastimosamente ya no se... extrañarte se a vuelto parte de mi cotidiano vivir y el saber que estas bien es lo único que me reconforta... hace años luz que no te veo, que no se nada de ti y ya no me inquieto como antes porque el tiempo que estoy llevando sin verte pues simplemente se ha convertido en parte de mi piel, de mi vida, de mi alma.

Quisiera no amarte, quisiera no quererte... pero ese esfuerzo sentimental que solo lo puedo pensar me prohíbe, como dice la canción de Gilberto Santa Rosa, el conflicto de la conciencia y la razón es pan de todos los días. No puedo dejar de quererte, no puedo... es como ponerse un revolver en la cabeza (aunque a veces es bueno morir en el intento) siento el temor en el dedo al apretar el gatillo... y otra vez no puedo... que distante, que destino, que ingrato... porque hay cosas que no se pueden llevar tan libres y tan normales, como dejar de tomar café o dejar de comer... pero si te vas, yo quiero saber si tu te vas... entonces cuando tu quieras... vete...

Pero recuerda que nunca te dije que no, pero esa es tu decisión.

Y aunque tu eres mi condena, me envolví en tu piel morena aún sabiendo que eras ajena...

Solo decirte que tu nombre esta tatuado en la medula espinal, en el eje de mis pensamientos y que cada día que pase... se ira adentrando como aguja, como una gran espada pidiendo no ser sacada.